Las cerezas son un magnifico aliado para cuidar la salud. Ricas en fibra y vitaminas, muchas personas las utilizan para atajar problemas de salud o afecciones como la gota, el insomnio, las infecciones de orina o los dolores relacionados con procesos inflamatorios.
Estas jugosas perlas rojas son muy saludables y no cabe esperar reacciones adversas de su consumo, aunque solo deben comerlas con moderación las personas con dificultades digestivas o propensas a los cÔlculos renales, debido a su contenido de Ôcido oxÔlico.
Los pacientes que mÔs pueden beneficiarse de las cerezas son los que sufren exceso de Ôcido úrico, que inflama y deforma las articulaciones.
Comer entre 15 y 25 cerezas diarias o beber su jugo reduce los niveles de Ôcido úrico en la sangre y previene eficazmente los ataques. Desde entonces se han publicado muchos estudios que ratifican la eficacia del tratamiento.
La forma mĆ”s fĆ”cil de preparar las cerezas es colocĆ”ndolas en un tazón. Ahora lĆ”valas con agua frĆa y cuĆ©lalas. Ahora abre las cerezas verticalmente y saca las semillas usando un cuchillo de mantequilla.
Agrega la cantidad de azúcar al gusto y licúa la mezcla. Si quieres que quede muy Ôcido, no le agregues azúcar. De lo contrario, agrega unas 2 cucharadas. Puedes agregar mÔs posteriormente si asà lo deseas.
Agrega el agua que sea necesaria. Si no le agregas agua, el jugo quedarĆ” como un concentrado de jarabe. Agrega el agua poco a poco con una cucharada y licĆŗa cada vez. Detente cuando alcance la consistencia que te gusta.
Filtra el jugo con un colador. A menos que te guste el jugo de cereza con pulpa, filtra el contenido.
Sirve y disfruta.
• Reumatismo y artritis. Debido a sus componentes depurativos y antioxidantes, asĆ como a la presencia de Ć”cido salicĆlico, las cerezas tienen propiedades antiinflamatorias.
• Diabetes. Reducen el riesgo de aparición de esta enfermedad y sus complicaciones (retinopatĆa, etc.). AdemĆ”s, son bien toleradas por los diabĆ©ticos por su contenido en fructosa y de bajo Ćndice glucĆ©mico.
• Trastornos hepĆ”ticos. Ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicĆ©ridos en la sangre y su posible acumulación en el hĆgado. Evitan igualmente la formación de cĆ”lculos biliares.
• Corazón. Varios componentes fenólicos que abundan en la cereza protegen el sistema cardiovascular y previenen la angina de pecho y el infarto de miocardio.
• Obesidad. Son recomendables en dietas para reducir peso por su efecto saciante, laxante y diurĆ©tico. Esto se debe a su contenido en fibra, agua y potasio, asĆ como al bajo aporte de lĆpidos y sodio.
• Belleza. Gracias a sus vitaminas A y C protegen y suavizan la piel. TambiĆ©n favorecen el bronceado por su contenido en caroteno y pueden ayudar a reducir la celulitis, pues mejoran la microcirculación y la inflamación del tejido subcutĆ”neo.
• CĆ”ncer. Su riqueza en bioflavonoides, especialmente antocianinas, pigmentos a los que deben su color rojizo azulado y que tienen propiedades antioxidantes, capaces de evitar la degeneración celular, comer cerezas ayuda a reducir el riesgo de cĆ”ncer, en particular el de colon. Su contenido en Ć”cido elĆ”gico refuerza sus propiedades protectoras.
• Antienvejecimiento. Los componentes de la cereza depuran el organismo y protegen el sistema nervioso y vascular.
• SueƱo. Su riqueza en melatonina, una hormona que segrega la glĆ”ndula pineal por la noche ayuda a regular el sueƱo.
Estas jugosas perlas rojas son muy saludables y no cabe esperar reacciones adversas de su consumo, aunque solo deben comerlas con moderación las personas con dificultades digestivas o propensas a los cÔlculos renales, debido a su contenido de Ôcido oxÔlico.
Los pacientes que mÔs pueden beneficiarse de las cerezas son los que sufren exceso de Ôcido úrico, que inflama y deforma las articulaciones.
Comer entre 15 y 25 cerezas diarias o beber su jugo reduce los niveles de Ôcido úrico en la sangre y previene eficazmente los ataques. Desde entonces se han publicado muchos estudios que ratifican la eficacia del tratamiento.
Prepara el jugo rƔpido y fƔcilmente
La forma mĆ”s fĆ”cil de preparar las cerezas es colocĆ”ndolas en un tazón. Ahora lĆ”valas con agua frĆa y cuĆ©lalas. Ahora abre las cerezas verticalmente y saca las semillas usando un cuchillo de mantequilla.
Agrega la cantidad de azúcar al gusto y licúa la mezcla. Si quieres que quede muy Ôcido, no le agregues azúcar. De lo contrario, agrega unas 2 cucharadas. Puedes agregar mÔs posteriormente si asà lo deseas.
Agrega el agua que sea necesaria. Si no le agregas agua, el jugo quedarĆ” como un concentrado de jarabe. Agrega el agua poco a poco con una cucharada y licĆŗa cada vez. Detente cuando alcance la consistencia que te gusta.
Filtra el jugo con un colador. A menos que te guste el jugo de cereza con pulpa, filtra el contenido.
Sirve y disfruta.
Otros beneficios.
• Reumatismo y artritis. Debido a sus componentes depurativos y antioxidantes, asĆ como a la presencia de Ć”cido salicĆlico, las cerezas tienen propiedades antiinflamatorias.
• Diabetes. Reducen el riesgo de aparición de esta enfermedad y sus complicaciones (retinopatĆa, etc.). AdemĆ”s, son bien toleradas por los diabĆ©ticos por su contenido en fructosa y de bajo Ćndice glucĆ©mico.
• Trastornos hepĆ”ticos. Ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicĆ©ridos en la sangre y su posible acumulación en el hĆgado. Evitan igualmente la formación de cĆ”lculos biliares.
• Corazón. Varios componentes fenólicos que abundan en la cereza protegen el sistema cardiovascular y previenen la angina de pecho y el infarto de miocardio.
• Obesidad. Son recomendables en dietas para reducir peso por su efecto saciante, laxante y diurĆ©tico. Esto se debe a su contenido en fibra, agua y potasio, asĆ como al bajo aporte de lĆpidos y sodio.
• Belleza. Gracias a sus vitaminas A y C protegen y suavizan la piel. TambiĆ©n favorecen el bronceado por su contenido en caroteno y pueden ayudar a reducir la celulitis, pues mejoran la microcirculación y la inflamación del tejido subcutĆ”neo.
• CĆ”ncer. Su riqueza en bioflavonoides, especialmente antocianinas, pigmentos a los que deben su color rojizo azulado y que tienen propiedades antioxidantes, capaces de evitar la degeneración celular, comer cerezas ayuda a reducir el riesgo de cĆ”ncer, en particular el de colon. Su contenido en Ć”cido elĆ”gico refuerza sus propiedades protectoras.
• Antienvejecimiento. Los componentes de la cereza depuran el organismo y protegen el sistema nervioso y vascular.
• SueƱo. Su riqueza en melatonina, una hormona que segrega la glĆ”ndula pineal por la noche ayuda a regular el sueƱo.
Ver Video